[Narra la historia de como un intrĂ©pido espadachĂn llamado "Diego CortĂ©s", recibe una bolsa de oro a cambio de acompañar a un silencioso peregrino de Puente La Reina a Santiago de Compostela. Gracias a Arturo PĂ©rez Reverte por su inspiraciĂłn en este personaje. ¡¡No queda sino batirnos!!]
No era el hombre más honesto
Pero Ă©l...
Era un hombre valiente y fiel
Tampoco la piedad se cobijaba en Ă©l
MalvivĂa, alquilando por tres maravedĂs
Su espada y vizcaĂna en
Ajustes de poco lustre y de peor fin
Eran tiempos duros y habĂa que buscarse el pan
Reinaban la picaresca, la espada y el "voto a tal"
Brilla el acero en su mano
Perla su cara el sudor
Donde el mar no tiene dueño irá...
Irá a buscar
A su espalda, una sombra y a pie
Le seguĂa sin perder ningĂşn detalle
ParecĂa aprender
Su mirada reflejaba calma y paz
Su voz grave y familiar
Relataba leyendas de la antigĂĽedad
Algo misterioso le envolvĂa, no dormĂa jamás
Cuentan que se alimentaba del relato popular
Brilla la Cruz de Santiago
En su pecho, por el Sol
Su rostro jamás descubrió
Su nombre ocultĂł
En el tejado del tiempo
En el desván de los sueños
Se ahoga una voz:
"No creas en todo lo que veas
SĂłlo haz caso a tu intuiciĂłn
Y si albergas la duda
Nunca hallarás consuelo en tu interior
Lanza bien los dados
Porque el juego del camino ha comenzado
Agudiza tu ingenio
SĂrvete de mancias
SĂrvete del tarot
Lee en el alma del bosque
Y adivina dĂłnde la muerte se escondiĂł"
Brilla el acero en su mano
Perla su cara el sudor
Donde el mar no tiene dueño irá
Brilla la Cruz de Santiago
En su pecho, por el Sol
Su rostro jamás descubrió....
[Letra: Txus]
[MĂşsica: Frank]