Hay junto al basurero
de los cosmopolitas,
una ciudad perdida
en la era medieval.
AhĂ no hay pavimento,
ni casas de cemento,
el viento se roba
el cartĂłn que era un hogar.
La tierra es como un polvo
que se mete en los poros
veranos infernales
los pueden matar,
pero nunca falta un polĂtico
"genial"
que diga que en CancĂşn
hace un calor
igual ...
¡Ay que animal! ...
Tan gordo ha de alimentar;
y aquĂ pura rata flaca
y gatos llorando su
desgracia ...
Y los perros, los perros, los
perros;
y los perros, los perros, los
perros;
y los perros, los perros, los
perros
tristes, tristes, tristes ...
Con cables de colores
se cuelgan de los postes
pues las televisiones
no pueden faltar.
El baño es un peligro
es un hoyo en el vacĂo,
perder el equilibrio
podrĂa ser mortal.
Luego cuando llueve
en pantano se convierte
navegan sobre tablas
llorando a los demás,
pero nunca falta un polĂtico
"genial"
aue diga que en Venecia es
muy
similar ...
¡Ay que animal! ...
Tan gordo ha de alimentar;
y aquĂ pura rata flaca
y gatos llorando su
desgracia ...
Y los perros, los perros, los
perros;
y los perros, los perros, los
perros;
y los perros, los perros, los
perros
tristes, tristes, tristes ...
Si un dĂa viene el cartero
que preparen su entierro
porque lo más seguro
es que de aquà no saldrá.
AquĂ no tienen nombre
las calles ni ladrones,
no esperan ni a que caiga
total obscuridad.
AquĂ la policĂa
no va a arriesgar su vida
las bandas son la ley
para bien y para mal,
pero nunca falta un polĂtico
"genial"
que diga que en New York
están igual ...
¡Ay que animal! ...
Tan gordo ha de alimentar;
y aquĂ pura rata flaca
y gatos llorando su
desgracia ...
¡Ay que animal! ...
Tan gordo ha de alimentar;
y aquĂ pura rata flaca
y gatos llorando su
desgracia ...
Y los perros, los perros, los
perros;
y los perros, los perros, los
perros;
y los perros, los perros, los
perros
tristes
Y los perros, los perros, los
perros;
y los perros, los perros, los
perros;
y los perros, los perros, los
perros
tristes, tristes, tristes.