Como cada tarde esta
en el parque para tocar
su viejo y cansado instrumento.
En el mismo banco sentado
una manta en el suelo a su lado
dispuesto a dar el lado bueno
y aunque ya se venga a menos
me regala una balada solo por una mirada.
De sus anos de experiencia
mil ané–Źdotas me cuenta
yo finjo creerlo as?br> me gusta verle feliz
contando aventuras y creyendo ser un violéź“.
Toca para mi, yo te quiero oéź—
quiero formar parte de tu locura
pondremos nuestras almas de partitura.
Toca para mi, yo te quiero oéź—
y que el ultimo latido de tu coraz髇
sea una rosa que brota de la ultima nota.
Hay gente que r韊 al verle, con su pajarita verde
sus pantalones ya ro韉os
y unas flores que he cogido
adornando una camisa
que ha cosido muy deprisa.
El loco maestro toca
con una dulzura loca
y se posa una paloma, en sus zapatos de goma
nadie r韊, nadie habla, los que de ti se burlaban.
Se va recostando y habla de lo dura que la tabla
ya he dejado de fingir, no quiero verle sufrir
contando aventuras y creyendo ser un violéź“.
Toca para mi, yo te quiero oéź—
quiero formar parte de tu locura
pondremos nuestras almas de partitura.
Toca para mi, yo te quiero oéź—
y que el ultimo latido de tu coraz髇
sea una rosa que brota de la ultima nota.
toca para mi, toca para mi, yo te quiero oéź—
quiero formar parte de tu locura
pondremos nuestras almas de partitura.
Toca para mi...